Paco Vera retrata el dolor de los pinos canarios quemados en el incendio de 2007
El pintor de las emociones y sentimientos expone en el Centro de Arte Casa Saturninita 35 acrílicos en los que disecciona el impacto que le causaron los grandes árboles grancanarios que resistieron o murieron tras el incendio
San Bartolomé de Tirajana, 7 de junio de 2024
El emotivo pintor de los sentimientos, Paco Vera, Francisco José Vera Guedes (Sardina del Sur, 1957), vuelve a exponer en el Centro de Arte Casa Saturninita de San Fernando de Maspalomas hasta el próximo 1 de julio. En esta ocasión, con el título ‘Pinus Canariensis’, nos ofrece su dolorosa visión sobre los estragos que causó a los grandes y conocidos árboles de la Isla el gran incendio del verano de 2007, que entorchó la Isla y concluyó con casi 19.000 hectáreas forestales quemadas en los municipios de Tejeda, La Aldea de San Nicolás, Mogán y San Bartolomé de Tirajana.
La muestra conformada por 35 dibujos en blanco y negro responde a un proyecto de trabajo de 4 años. En sus acrílicos de distinto tamaño, Vera vuelca la magua y el torbellino de emociones tormentosas que le causaron las imágenes fotográfica que captó durante sus caminatas por las zonas afectadas tras el incendio que enlutó de negro y polvo el paisaje de Gran Canaria entre el 27 de julio y el 1 de agosto de 2007.
“El pino nos identifica a nivel internacional incluso más que la palmera. Soy muy emotivo y sensible y tenía que hacer esta exposición sobre mi tierra. Hice esta serie porque lo más triste es ver una isla ardiendo. Yo ya venía rumiando un proyecto sobre el pino canario y cuando el gran incendio me desboqué. Me volví loco haciendo fotos. La muestra de dibujos que se exponen aquí son un testimonio de la selección de fotos que realicé”, afirma.
En la exposición están certificadas las almas del ‘Pino de Pilancones, ‘Pino del Montañón Negro’, ‘Pino de Casandra’, ‘Pino de la Cueva del dinero’ y el ‘Pino de Cercados de Araña’ entre otros. Y todos pintados en blanco y negro, “porque no quiero que los espectadores se pierdan o confundan en el color del bosque, sino que se fijen con profundidad en las heridas de la arboleda. Aunque tengo una amiga, Margot, que me dice que sólo utilizo esos dos colores porque soy un gandul (risas)”, señala Vera.
En la inauguración, donde la concejala delegada de Educación y Cultura Pino Esther Delgado Sánchez felicitó al autor “porque cuando las manos de un artista trabajan con el corazón el resultado se nota”, Paco Vera confesó que “he querido plasmar cómo quedaron los árboles tras el incendio, y que la gente perciba que la obra natural tenemos que cuidarla, que cuando los humanos ya no existamos como especie en este planeta los árboles deben seguir ahí, y también que la muerte es un proceso de reciclaje.
Por eso los dibujos que Vera cuelga en la sala El Granero de la Casa Saturninita están hechos sobre papel reciclado de empapelar paredes, y en tres de sus obras incluso emplea carbón de un pino quemado como propuesta simbólica. Confiesa que en el 80% de su obra usa el papel reciclado como soporte, por razones de sostenibilidad ambiental, económicas y de logística. “Es mucho más barato que pintar sobre lienzos y a la hora de conservar los cuadros puedo hacerlo en menos espacio”, dijo.
Reconoce que “para mí es mucho más fácil plasmar el dolor que la alegría. Creo que la gente entiende y capta más el dolor que la alegría, porque el dolor dura en el tiempo y la alegría es más efímera”, dice.
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